CORAZON ENGAÑOSO
Una mujer quería cruzar el río por el único puente que había. Pero, éste se encontraba tan débil, que en cualquier momento se podía derrumbar. Ella detuvo sus pasos y oró diciendo: “Dios, si Tú me permites pasar al otro lado sin ninguna novedad, yo entregaré todos mis bienes para tu obra”.
Cuando logró pasar la mitad del camino, se arrepintió de su decisión. Ahora me queda sólo la mitad de distancia por recorrer. ¡Cómo se me ocurrió entregar todos mis bienes! Pensó. Entonces, continuó la oración: “Dios, si yo termino de cruzar este puente, me convertiré en mendiga, sin una moneda en mis bolsillos. Así que creo que Tú me entiendes, que mejor te entregue la mitad de mis bienes”. En ese momento, el puente comenzó a tambalearse. La mujer entró en desesperación y cambió su oración: “!Dios! ¡No lo decía de verdad!”. Pero el puente se derrumbó y la mujer cayó en medio del río.
Es difícil que una persona engañosa pueda recibir la salvación. Como siempre piensa en sí misma, no tiene tiempo para pensar en Dios. Con engaños logrará satisfacer, momentáneamente, sus deseos de codicia. Pero la vida terrenal es tan breve como la de una flor. Elegir la felicidad temporal de esta vida, a cambio de perder la felicidad eterna del reino de los cielos, es la elección más cerca que una persona puede hacer.
Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.
Proverbios 23:26
Tomado del libro Tiempo Con Dios
Autor: Kim Tae CORTESIA DE La agenda de Dios. net
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